Hoy se cumplen 190 años del
natalicio de Ramón Isidro Montes, hombre de precelentes condiciones ciudadanas,
poeta, orador, pedagogo adelantado, político, jurisconsulto, Teniente de
Ingenieros, autor de varias obras didácticas como una Gramática Castellana
aceptada por la Academia de la Lengua, un Tratado de Aritmética Razonada, la
cual a través de largos años fue adoptada por planteles de educación dentro y
fuera del país y su obra mas importante la de fundador de los Estudios Universitarios en
Guayana, por lo cual, a su paso por la vida, “dejó una estela
luminosa de fructuosas y límpidas obras, que se hacen acreedores al recuerdo
imperecedero de este pueblo Angostureño”.
Ramón Isidro Montes siendo de los primeros matriculados en
el Colegio Nacional de Guayana (ingresó en 1840) destacó como estudiante, allí
aprendió gramática y latinidad, como también en Caracas donde realizó estudios
de educación superior. En 1846, antes de graduarse, ya ejercía funciones
docentes en la especialidad de matemática y latinidad, y escribía en los medios
impresos de la Ciudad Bolívar, de allí sus ensayos literarios y muchos
artículos de una profunda filosofía religiosa como asiduo colaborador del
semanario “La Siempreviva” fundado por el Pbro. Luis María Luzardo”
Su evidente vocación de humanista quedó demostrada cuando abandonó
las ciencias áridas para seguir la carrera de ciencias políticas. Con el diploma
de licenciado en sus manos dejó en 1849 el valle de Caracas, donde logró alta
superación, y se regresó a Ciudad Bolívar para ocupar la máxima autoridad del
Colegio Federal de Guayana, (que funcionó en el edificio construido por Manuel Centurión
para una casa de estudio y actualmente Museo de la Casa del Congreso de
Angostura y sede del Archivo Histórico de Guayana). Desde el ese año empieza a
sentir su influencia renovadora de idóneo institutor, ya como maestro de
escuelas primarias, como Vicerrector y en repetidas ocasiones Rector del
Colegio, en cuyo ejercicio adquirió para este Instituto el carácter de Colegio
de Primera Categoría.
En esa faena de prolíficos resultados, le secundaron
hombres de gratas recordaciones para Guayana como los Dres. Wenceslao Monserrate,
José Miguel Núñez, Luis Plassard, Jesús María González, Brígido Natera, José
María Emazabal, Lic. Fco. J. Mármol, entre otros.
De modo que “el Dr. Montes, hizo de su más destacada labor
de institutor un templo, donde a diario con el espíritu de rodillas y en
una plenitud de convicciones de que con ello rendía una misión evangélica,
desgranaba sus oraciones de creyente, patriota y filántropo, dejando así
sembrada en esta legendaria tierra la feliz semilla de un decidido amor a las
letras y a las ciencias que dio fruto sazonado en el campo escabroso de la
sabiduría”
Rafael Morales